Sé que me va a dejar el chico con el que salgo, lo presiento. Tengo una intuición que me lo dice. Está diferente, no es el mismo.

Para no sufrir tanto, voy a ir haciéndome a la idea y me voy a convencer de que es cierto. Me lo digo y lo repito. Y empiezo a sufrir y a actuar como si fuera absolutamente cierto.

Consecuencias: me levanto muy mal y paso días muuuy malos en los que no paro de llorar. Y cuando le veo ya no sé ni que cara poner. Yo también empiezo a hacer cosas raras.

Acabo creando y participando en algo que no deseaba.

Nunca sabré si podría haber sido de otra manera.

¿Alguna vez se han cumplido los horribles pensamientos que se me han ocurrido? Nunca.

¿Me han sucedido cosas que nunca habría deseado? Si, pero cuando no lo esperaba.

Realmente, no me sirve para nada estar suponiendo desgracias, que casi nunca suceden, para estar preparada para algo que no se que es. No es posible.

LOS MOTIVOS POR LOS QUE NO ME FUNCIONA

Las emociones que me provoco con mis pensamientos no son reales, no están provocadas por un suceso del exterior.

Me dan sufrimiento, no dolor. El sufrimiento es dolor cronificado.

Estoy creando desgracias a través del pensamiento. No son reales. Quizás trato de afrontar algún miedo, y prepararme. Me da mucho malestar y no me sirve para evitar el dolor.

El dolor de una separación real llega y pasa, con un poco de ayuda del tiempo. Pero el sufrimiento no.

Me puedo hacer sufrir sólo con pensar que algo malo va a pasar. Y la ansiedad se disparará.

Imaginar no me sirve para prevenir ninguna catástrofe ni situación dolorosa porque no existe todavía. Y si llega a ocurrir, será de otra manera, no como lo he imaginado. No es real lo que imagino.

Me creo tanta ansiedad con las perspectivas catastróficas que con tal de eliminarlas soy capaz de provocar lo que temo.

Estoy apostando por un objetivo que no deseo ni me gusta, en lugar de dirigirme y actuar hacia lo que me interesa.

No vivimos en un mundo de certezas sino de probabilidades. Y puedo aumentar las posibilidades de que suceda lo que quiero según lo que haga.

Puestos a suponer algo sobre el futuro es mejor imaginar algo que me de buen rollo, y me deje buen cuerpo.

Puedo suponer que este chico va a seguir conmigo, tendré ganas de bromear, y sentiré y transmitiré bienestar.

Cuando supongo cosas desagradables y agradables sólo estoy imaginando.

¿Qué prefieres?

Abrir chat
¡Hola! ¿En qué te puedo ayudar?...
Puedes conectar conmigo a través del WhatsApp