Nacemos y crecemos en la familia a la que pertenecemos.
Es nuestro grupo, nuestra seguridad.
Es para siempre, nadie puede echarnos, como mucho, ignorarnos. Tenemos una posición como hijos, hermanos, tíos, pero…
Nos hacemos adultos, y nos giramos al mundo.
Con el apoyo de los padres detrás,
buscamos pareja y creamos una nueva familia que tendrá prioridad.
Es la actual, requiere nuestra atención y también somos parte de ella, pero…
Tenemos una posición diferente.
Aquí somos pareja con un amor reversible, damos y recibimos por igual,
y somos padre/madre con un amor incondicional hacia los hijos.
En esta nueva familia somos los responsables del bienestar.
Somos los responsables de poner las reglas que harán que la familia conviva con la suficiente libertad y los limites necesarios.
Somos los responsables de hacer que la salud y el amor fluya con facilidad.
Así que para ello…
-No pondré a la madre o el padre por delante de mi pareja. Mi familia actual requiere tener prioridad. Aunque cocine mejor mi madre.
-No mandaré a mi pareja ni permitiré que me mande, somos iguales , compañeros de vida, cómplices. Nos corresponde compartir un amor entre iguales.
-Nada de luchas de poder, siempre salimos perdiendo los dos. Es mejor dialogar y hacer acuerdos.
-No compararé mi familia de origen con la actual, son momentos diferentes, costumbres diferentes. Y tampoco competiré salvo en los juegos.
-No permitiré que la culpa que siento, cuando no hago las cosas como en mi familia de origen, me impida cambiar lo que necesite. Respiraré la emoción y la dejare pasar.
-Dejaré de culpar a los demás de lo que me pasa. Tomo la responsabilidad de mi vida. Y tampoco voy a dejar que me culpen de lo que no me corresponde.
-Dejaré de guiarme por lo que me dicen los demás. Mi propia opinión va a ser mi nueva guía.
-Las responsabilidades de la casa las repartiremos en función de las ocupaciones y edades de cada uno.
-Ya no necesito manipular para hacer lo que quiero. Puedo elegir. Puedo hablar directamente con mi pareja. Tomar decisiones y acuerdos con ella.
Pedir la opinión a mis hijos y decidir los adultos.
Somos un equipo.