Me contaron un dicho hindú, muy sabio, que dice:
“Los hijos desde que nacen hasta los 5 años son los reyes; desde los 5 a los 15 son esclavos; y a partir de los 15 unos amigos.”
He podido comprobarlo.
Al nacer los bebes necesitan toda nuestra atención, son vulnerables y limitados para atender sus necesidades.
De los 5 a los 15 años, necesitan aprender a obedecer las indicaciones de los padres que son los que tienen la experiencia y conocimientos para guiarles.
A partir de los 15 años, empiezan la adolescencia y la etapa de convertirse en adultos, unos iguales con los padres.
Por el contrario, ahora está de moda la libertad para los niños, con el significado de que hagan lo que quieran. Nadie les ha de decir que no. Los padres les dan “todo lo que ellos no han tenido” y todo lo que quieran. Viven para ellos, y dejan aparcados sus sueños y aficiones.
Dicen que los hijos son lo más importante de su vida. No se dan cuenta de que eso no funciona. Nadie puede ser feliz así,
Un caso real: un chico de 20 años que les dice a sus padres que quiere vivir solo, así que ellos se tienen que ir de la casa. Como él va a heredar el piso, lo quiere ya. Y también el coche, claro, porque se va a sacar el carnet de conducir que le van a pagar ellos. Y por qué esperar a que se mueran, no hace falta.
Si no hacen lo que el quiere, les corta la ropa o les rompe el móvil, lo que sea necesario para que le den lo que quiere. Y sus padres lo harán, para que él no se enfade otra vez y se ponga a romper más cosas.
Si se atreven a llamar a emergencias porque la agresividad ya ha sido muy alta, se comportara el chico delante de la policía como el mejor de los hijos y cuando se van, se burla de ellos. Y seguirá haciendo que los padres le obedezcan, porque eso es lo que le han enseñado. El tiene preferencia ante los padres.
El siguiente paso ya es la cárcel.
Afortunadamente antes se decidieron a afrontar el problema y reconocer la responsabilidad del hijo en lo que hace y en sus consecuencias.
Empezaron a poner limites al chico y ayudarle a corregir.
UN NIÑO CON MIEDO SE VUELVE AGRESIVO
Afortunadamente la mayoría de familias suele corregir antes.
La llegada de un segundo hijo ayuda a darnos cuenta de la imposibilidad de contentar a dos niños, y de la falta que hace un orden, unas reglas que organicen el tiempo y la familia.
Sino, cuando llegan los niños a los 5 años, ya percibimos que hay algo que no va bien, que se nos escapa de las manos. Empiezan a surgir muchos problemas y malestar. Los niños siguen con rabietas o reclamando con palabras lo que ellos quieren, como si fuera lo principal en la vida.
Un niño sin reglas coherentes, con plena libertad, sin limites, sin guía, que dirige a los padres con sus ordenes, es un niño con mucho miedo.
Tiene un exceso de responsabilidad: la dirección de los padres!
Y un niño con miedo se vuelve agresivo.
UNOS PADRES QUE GUÍAN CREAN UNA FAMILIA FELIZ
El sistema democrático es el que mejor funciona en la familia. Los padres recogen la opinión de todos y deciden ellos. Son los que mejor pueden hacerlo.
Un sistema de reglas coherentes, sanas, que se mantienen aunque el niño coja una rabieta, funciona mejor que el excesivamente autoritario (que coarta demasiado la creatividad) o el excesivamente permisivo (que cede demasiado y alimenta las rabietas).
Si vas por una carretera de montaña, con curvas, que no conoces, ¿te sentirás más seguro si hay señales o si no las hay?
Por favor, padres, coged el timón. Vosotros aunque podáis equivocaros, todos lo hacemos, tenéis más experiencia de vida que ellos y podéis guiar mejor el equipo, la familia.
Los hijos van a copiar más lo que vosotros hagáis que lo que digáis.
Si empezáis a cuidaros y atender a vuestras necesidades, y aficiones, ellos aprenderán a cuidarse y a disfrutar con ello.
Si vosotros compartís con ellos vuestras actividades, sea limpiar, ordenar, saltar o bailar, ellos también lo harán.
Si vosotros valoráis vuestra felicidad y bienestar, será el mejor regalo que podéis darles: Unos padres felices a los que apetece copiar.