NIÑOS VALIENTES, NIÑOS CAPACES
El verdadero poder está en el desarrollo de las capacidades y recursos.
Arma a tu hijo con una linterna y tendrá poder sobre la luz y la oscuridad.
Arma a tu hijo con una goma de borrar y tendrá poder sobre los monstruos de sus pesadillas si los dibuja.
El miedo es una emoción para la supervivencia que te indica la relación entre el riesgo de una situación y los recursos de que dispones..
Enseña a tu hijo a gestionarlo y equípale con recursos.
LOS MIEDOS SON PREGUNTONES
¿Y si hay un ladrón en el armario? ¿Y si la señorita me riñe? ¿Y si…? Así suelen preguntar, aunque también puede que digan: ¿Qué pasa cuando…? o “¿A ver si…?”Muchas veces los dejamos sin responder.
Cada respuesta es un recurso para afrontar el miedo, no enfrentarlo.
Afrontar es mirarlo, conocerlo. La información cura más de la mitad de las fobias.
Enfrentándolo, y entrando en lucha con él, o, evitándolo, lo aumentamos, le ponemos energía.
Date el tiempo para responder a tus hijos, sobretodo por la noche, cuando se van a la cama y están dispuestos a escuchar lo que sea porque les gusta alargar ese ratito de estar a solas con papá o mamá.
Y como los niños aprenden mas por empatía y experiencia, no te olvides de ti, de responder esas preguntas que te resuenan en la cabeza, esas perspectivas catastróficas que nunca suceden, pero que te agotan la energía.
COSAS QUE NO FUNCIONAN
Si quieres tener hijos valientes y autónomos que sepan gestionar sus problemas, no funciona usurpar su lugar, sobreprotegiéndoles. Es mejor que prueben primero a resolverlos ellos mismos.
Si se pelea con papá o mamá, no salgas en defensa del niño. Apoya a tu pareja y ayuda al niño a razonar lo sucedido. Puede llegar a coger fobia.
Cuando llora porque tiene miedo a estar solo o a la oscuridad y te le llevas a dormir contigo, das la razón al miedo y aumentará. Si el entorno es seguro, es mejor que te quedes un rato acompañando.
Cuando tiene un problema en el colegio, no le apartes y vayas a resolverlo tu en primer lugar. Dale tu apoyo y enséñale a hacer las paces, ceder o defenderse.
El niño que pega busca que le pongan límites. El niño que se defiende en cambio, trata de parar la agresividad y poner límites, haciéndose respetar. No vas a estar ahí siempre para hacer el papel de salvador. Enséñale.
SE HA PUESTO DE MODA EL COLECHO
Ahora se ha puesto de moda el colecho, y estoy encontrando cada vez más niños que, sin ser discapacitados, a los 6 años no se atreven a ir al baño solos o jugar en otra habitación si no ven a su madre.
Las ventajas del colecho, leo que son sobretodo la relajación y tranquilidad del bebé, su temperatura y respiración. Y se me ocurre que, también es importante la comodidad y tranquilidad de los padres que no se han de levantar por la noche.
Ningún niño está relajado junto unos padres estresados o cansados. Son muy empáticos y lo notan y lo sienten enseguida.
Como desventaja me he encontrado que recomiendan que dure hasta los 5 años, y hay niños de 6 y 8 años que siguen en la misma cama.
¿QUÉ BENEFICIA A NIÑOS Y PADRES?
La tarea de unos padres para con sus hijos, es guiarles a ser adultos autónomos, con confianza en si mismos e integridad, y eso se va trabajando desde pequeños.
Vive el presente. Con un niño todos los días son diferentes.
Ayúdale a reconocer su autonomía y de qué es capaz a su edad. Con un año y medio ya quieren ayudar y te copian. Aprovecha esa iniciativa. Ayúdales a desarrollar sus capacidades, adecuándolo a su edad.
Sobre los dos años, hacen pequeños alejamientos de los padres de unos pocos metros en plan aventurero. Es el primer movimiento de independencia de reconocerse como separado de la madre. Es importante permitirlo.
El miedo es una emoción que ayuda a la supervivencia, no rechaces el miedo, escúchale y valora los riesgos y los recursos del niño y tuyos. Afronta el miedo. No lo enfrentes, no lo evites, aumentaría.
La sobreprotección desprotege. No hagas más de lo que necesite el niño en función de su edad.
Míralo y habla con el niño y descubrirás que poniendo nombre al miedo disminuye. Responde a las preguntas y desaparecerá muchas veces.
La seguridad y la confianza en uno mismo aumenta con la experiencia, no con las palabras. Facilitarle experiencias nuevas.
Valora la cobardía cuando el riesgo es excesivo para el niño, permítele prevenir, retirarse y buscar recursos para afrontarlo.
El autocuidado de los padres es tan importante como el de los hijos. Estar relajado y feliz lleva a tener hijos relajados y felices.
Tu también necesitas estar bien para que el niño lo esté. Cuídate y cambia las conductas que no te sirven por otras que funcionen y te hagan la vida más fácil.